Qué hacer en Bilbao en un día
Hacer una escapada al País Vasco siempre es una buena idea, ya que pocas tierras hay en España más bellas y con una gastronomía más rica. Bilbao, la capital de Euskadi y su gran motor industrial y económico, siempre estuvo por detrás como destino turístico de otras localidades y zonas de la región, como San Sebastián, Vitoria o la Rioja Alavesa.
Sin embargo, desde los años 90 del siglo pasado, la capital de Vizcaya cambió su fisonomía y carácter gracias al impulso que supuso la construcción del Museo Guggenheim, que la ha convertido en una ciudad de servicios cada vez más pujante y en uno de los principales destinos de turismo cultural de España. Hay mucho que ver y que hacer en Bilbao en un día, no en vano la villa bilbaína ha recibido numerosos y prestigiosos premios de urbanismo en los últimos años, siendo elegida en 2018 como la “Mejor Ciudad Europea” en los premios que otorga The Academy of Urbanism.
La mejor forma de aprovechar el día, ya sea para desplazarte desde el aeropuerto o para tu recorrido por la ciudad, es contratando un servicio de taxi, con lo que ganarás un tiempo precioso que te permitirá disfrutar de todo cuanto hay que ver en Bilbao.
A continuación te presentamos una pequeña guía que te ayudará a planificar tu visita.
El Museo Guggenheim de Bilbao
Entre las cosas que hacer en Bilbao absolutamente ineludibles es visitar el Museo Guggenheim que, por la suma de su continente y contenido, puede ser considerado uno de los más importantes del mundo. Obra del genial arquitecto Frank O. Gehry, abrió sus puertas en el año 1997, cambiando la fisonomía de la ciudad con su espectacular arquitectura y revitalizando la economía de la ciudad y de toda la región al atraer anualmente a más de un millón de visitantes. Pocas edificaciones en el mundo han marcado un antes y un después en la vida de una ciudad como el Museo Guggenheim de Bilbao.
Sus formas retorcidas y curvilíneas recubiertas de planchas de titanio, cortinas de cristal y piedra caliza lo convierten en una de las obras arquitectónicas más reconocibles del mundo, contando además con más de 10 000 metros cuadrados y 19 galerías dedicadas a exposiciones, lo que convierte a este museo en el de mayor espacio expositivo de España.
Barrio de Las Siete Calles
Tras visitar el emblema de la modernidad de la ciudad, no puedes dejar de conocer su casco antiguo, el viejo y clásico Bilbao, lleno de encanto y de bares y restaurantes donde poder tomar alguno de sus míticos pintxos, y donde tendrás la ocasión de contemplar algunas de sus más importantes obras de arquitectura religiosa, junto a la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, como la Catedral de Santiago y las iglesias de Santos Juanes, San Nicolás y San Antón.
Plaza Moyúa
Ubicada en el barrio de Abando, te permitirá disfrutar de la vista de interesantes edificios, entre los que destaca el Palacio de Chávarri y el Hotel Carlton. Desde la misma plaza se puede divisar también la iglesia de San José.
Parque de Doña Casilda de Iturrizar
Precioso parque bilbaíno al lado de la torre de Iberdrola, uno de los más grandes de la ciudad, en el que destacan su monumental fuente, sus pérgolas y su estanque. Si tienes tiempo puedes hacer una rápida visita al Museo de Bellas Artes.
Puente de Zubizuri
Obra del arquitecto español Santiago Calatrava, desde este espectacular puente encontrarás el camino más corto para llegar al funicular del Mirador de Artxanda, desde el que tendrás las mejores vistas de la ciudad.
Puente de Vizcaya
También conocido como Puente Bizkaia o Puente Colgante, enlaza el barrio de Las Arenas con la villa de Portugalete, y en el año 2006 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, siendo uno de los máximos exponentes de la arquitectura del hierro del mundo.
Ría de Bilbao
Terminamos con el gran emblema de la ciudad hasta la construcción del Museo Guggenheim, que puede considerarse como base de su propia existencia. Paseando por sus orillas puedes contemplar la mayor parte de los lugares de mayor importancia de Bilbao, aunque, si te atreves, la forma más divertida de hacerlo es alquilando una piragua o un kayak.